El artista argentino Sergio Avello forma parte de una nueva corriente global de artistas, que conciben la obra en interacción con el medioambiente. Conjugando luz, sonido, tecnología, concepto, espacio público, sociedad y nuevos medios, generan un acontecimiento artístico y social: Art in Situ, Site Specific Art, Environmental Art, Public Art, Art in Public Places y Architectural Intervention, entre otros. Estas nuevas formas de arte, además, están promoviendo la evolución hacia ciudades inteligentes.
Invitado por el MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires) – Colección Constantini, Avello creó la obra “VOLUMEN”, un vúmetro urbano gigante, de 7 metros de altura, en funcionamiento desde diciembre de 2006 sobre la explanada exterior del edificio del Museo, Avda. Figueroa Alcorta, en un lugar de privilegio, al aire libre, abierto al público las 24 horas.
Inspirado en Buenos Aires, “VOLUMEN” es un indicador estético de sonido ambiente, que traduce datos sonoros a luz, en tiempo real. Indica la intensidad del sonido que capta, con luz de color, volviendo visible lo invisible:
Verde, indica sonido normal, aceptable. Bienestar. Posibilidad de avanzar.Amarillo, indica sonido intenso, tolerable. Prestar atención. Llama a tener cuidado.
Rojo, indica sonido fuerte, desagradable. Molestia. Insta a reducir la intensidad.
“Predecir el futuro es fácil. Lo difícil es saber qué es lo que está pasando ahora.”
“VOLUMEN” es información ambiental instantánea; un marcador de estándares de calidad ambiental, imprescindibles para preservar nuestro capital biológico.
La luz y el sonido son sensaciones internas producidas por estímulos vibratorios del medio ambiente. Cuando un cuerpo es golpeado o frotado, las moléculas que lo componen se mueven muy rápido, es decir que vibran, y esas vibraciones llegan a nuestro oído transmitidas por el aire como ondas sonoras, que se propagan produciendo condensaciones y rarificaciones sucesivas del aire mismo, recorriendo una línea recta (rayo sonoro).
La Organización Mundial de la Salud considera los 50 dB (decibeles) como el límite superior deseable; por encima de los 70 dB los sonidos ya resultan molestos, y si superan los 90 dB se vuelven dañinos. Lo normal en una conversación es 30 dB. Según esta misma organización, Buenos Aires es la ciudad más ruidosa de América Latina, aunque, desde el año 2004, en la ciudad rigen leyes para el control de la contaminación acústica.
“No dejes para mañana lo que dejaste ayer para hoy.”
Somos nosotros, los seres humanos, los responsables de la contaminación ambiental, quienes sólo pensamos en la importancia de nosotros mismos como individuos "encapsulados" y en nuestro círculo más cercano. El egoísmo no es amor propio, surge de un vacío interno que necesita ser llenado constantemente. El comportamiento egoísta se desentiende de sus propios efectos contaminantes: emanaciones de dióxido de carbono, estridencias sonoras y visuales, residuos de todo tipo, inclusive tóxicos y en grandes cantidades.
La calidad de vida depende de nuestras decisiones, las decisiones dependen del conocimiento y el conocimiento depende de la percepción. Capital intelectual.
Es importante comprender los límites de tolerancia de nuestra salud, entender que sonidos y ruidos fuertes dañan nuestras células auditivas, crispan y tensionan nuestro ánimo, provocando estados desagradables que devalúan nuestro capital emocional.
"Si no sabes adónde vas, acabarás en otra parte." (Laurence J. Peter)
Lo más importante para cualquiera es cómo se siente, y siempre queremos sentirnos bien. Los pensamientos, inclusive, nos afectan porque nos provocan sentimientos. Según Macedonio Fernandez, ser es sentir. Entonces, o mejoramos las condiciones generales o deberemos volvernos cada vez más insensibles. La insensibilidad que protege del dolor, también anestesia el disfrute. Y no olvidemos que esa sensibilidad es también la que nos advierte del peligro. Si eligimos no sentir, nos estamos privando de ser.
"La conciencia es como una respuesta inmunológica inespecífica. No existe límite evolutivo que indique cuánta conciencia puede adquirir una especie. Y no hay término para el grado de ventaja de adaptación que la adquisición de conciencia puede conferir al individuo o a la especie." (Terence McKenna)
No existen las personas o cosas sin medio ambiente, todos compartimos sistemas biológicos, familiares, sociales, económicos, culturales.
Integramos y somos parte responsable de la red interactiva de la vida, y cada uno puede actuar a su propio nivel, sin excusarse por la inactividad o la negligencia de otros, promoviendo y acrecentando lo bueno. La identidad social es parte constituyente de la identidad individual. La identidad es un autoconcepto, una representación imaginaria, determinada y cambiante de algo profundo e inconmensurable: es libertad creativa.
La creatividad está disponible en todo tiempo y lugar, buscando manifestarse.
“VOLUMEN”, de Sergio Avello, puede considerarse una obra de arte contemporánea internacional, y como tal, se define en la excelencia de las formas, en el amor por la creatividad y la belleza de la vida misma.
Erika Escoda
Este texto puede copiarse y distribuirse siempre que se mencione a la autora.
Correctores: Vera Capilla / Facundo Sanchez
Más citas del texto:
El impacto en el oído: fotos de células auditivas
Administraciones en Red: frases humorísticas
Modelo de los Cinco Capitales
Terence McKenna